Huevos frescos

Los huevos siempre es conveniente consumirlos cocidos, pero hay algunas recetas, sin ir más lejos las claras batidas a punto nieve por ejemplo, en las que se utilizan frescos.

Lo mejor para no correr ningún tipo de riesgos es saber cómo reconocer un huevo fresco. Así que acá les paso algunos tips

Antes que nada es muy importante la procedencia, saber siempre donde los compraste y que el vendedor goce de tu confianza.

También se puede hacer la siguiente prueba que consiste en poner un huevo en agua y ver si se hunde, porque los huevos frescos no flotan en agua. La razón es muy sencilla. Todos los huevos tienen una cámara de aire en la punta. Cuando el huevo es fresco esa cámara es pequeña, lo suficiente como para que no flote, y a medida que va perdiendo frescura, esa cámara de aire aumenta y eso hace que quede flotando cuando lo ponemos en el agua.

Otra cuestión a tener en cuenta es cómo se ve el huevo cuando lo rompemos (si es sobre una superficie lisa mejor para poder observarlo): la clara debe quedar alta, con cuerpo y concentrada alrededor de la yema, que debe ser redonda y estar bien centrada.

También es importante que la cáscara sea limpia, aspera y opaca.

Los huevos siempre hay que conservarlos con la punta hacia arriba, a menos de 4º C y en un lugar cerrado y seco.